Heterocromía:Anomalía en el color de los ojos
La heterocromía (en oftalmología conocida como heterochromia iridum) es una anomalía de los ojos en la que los iris son de diferente color, total o parcialmente.
La diferencia en el color puede ser completa (heterocromía total) o parcial (heterocromía parcial).
La heterocromía se presenta con poca frecuencia y puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida.
La parte del ojo más visible y que aporta el color característico de éste es el iris. Se encuentra por detrás de la córnea y delante del cristalino (lens).
Consiste en un tejido fibrovascular, es decir, que posee tanto un componente muscular como pequeños vasos sanguíneos y que se halla tapizado en su zona posterior por una capa de un pigmento llamado melanina. Va a ser la concentración de melanina presente en el iris la que tenga un papel más importante en el color de los ojos, aunque hay otros factores que también participan como los elementos fibrovasculares mencionados anteriormente. Si el color de los ojos dependiera sólo de la pigmentación por melanina únicamente tendríamos los ojos marrones o negros, ya que la melanina sólo tiene esos dos colores. Lo que ocurre en realidad cuando vemos, por ejemplo, a una persona con los ojos verdes, es un efecto óptico de la interacción entre la coloración de los distintos componentes del iris. Algo similar ocurre con la coloración azul de las venas más superficiales, la sangre que las recorre no es azul, simplemente el efecto óptico que se crea al mirar los vasos cubiertos por la piel nos da esa sensación.
De hecho, si miramos el iris al microscopio óptico comprobarán que la melanina no es azul, verde o gris, sólo es marrón o negra. Es la banda oscura que se encuentra justo en la parte posterior del iris y enfrente del cristalino (Lens). Aunque también puede encontrarse en algunas personas en la parte anterior.
De esta forma, a mayor concentración de melanina, más oscuros serán los ojos.
Puede darse tanto en humanos como en algunos animales.
Imágenes


La diferencia en el color puede ser completa (heterocromía total) o parcial (heterocromía parcial).
La heterocromía se presenta con poca frecuencia y puede ser congénita (presente desde el nacimiento) o adquirida.
La parte del ojo más visible y que aporta el color característico de éste es el iris. Se encuentra por detrás de la córnea y delante del cristalino (lens).

Consiste en un tejido fibrovascular, es decir, que posee tanto un componente muscular como pequeños vasos sanguíneos y que se halla tapizado en su zona posterior por una capa de un pigmento llamado melanina. Va a ser la concentración de melanina presente en el iris la que tenga un papel más importante en el color de los ojos, aunque hay otros factores que también participan como los elementos fibrovasculares mencionados anteriormente. Si el color de los ojos dependiera sólo de la pigmentación por melanina únicamente tendríamos los ojos marrones o negros, ya que la melanina sólo tiene esos dos colores. Lo que ocurre en realidad cuando vemos, por ejemplo, a una persona con los ojos verdes, es un efecto óptico de la interacción entre la coloración de los distintos componentes del iris. Algo similar ocurre con la coloración azul de las venas más superficiales, la sangre que las recorre no es azul, simplemente el efecto óptico que se crea al mirar los vasos cubiertos por la piel nos da esa sensación.
De hecho, si miramos el iris al microscopio óptico comprobarán que la melanina no es azul, verde o gris, sólo es marrón o negra. Es la banda oscura que se encuentra justo en la parte posterior del iris y enfrente del cristalino (Lens). Aunque también puede encontrarse en algunas personas en la parte anterior.

De esta forma, a mayor concentración de melanina, más oscuros serán los ojos.
Puede darse tanto en humanos como en algunos animales.
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